martes, 27 de noviembre de 2012

La comunicación política, por Luis Arroyo.


Hemos asistido a una conferencia relacionada con los másters de investigación, que trataba sobre la comunicación política.

Esta conferencia ha sido realizada por Luis Arroyo, sociólogo y consultor de comunicación política. Es considerado uno de los más prestigiosos profesionales de su sector, y ha trabajado para numerosos medios e instituciones, como en el Gobierno de España al mando del PSOE, en el que estuvo 4 años.

Para empezar la conferencia, nos recomienda el libro que ha publicado este año, llamado ‘’El poder político en escena’’.

La primera idea que nos plantea es, la manera que tienen los políticos de elevar las expectativas, lo que él llama ‘’Síndrome de Disney World’’.
Para ello nos cita esta fórmula:  S=R-E

Lo que viene a ser: Satisfacción= Resultado – Expectativas

Luis Arroyo, utiliza para esto la metáfora ‘’cien días en el quirófano’’. El gobierno del PP no hace más que alargar lo que dejó el PSOE en vez de solucionarlo, se empeña en decir que ‘’no tocarán órganos vitales’’, los cuales son por ejemplo, la sanidad y la educación. Pero al final, de una manera u otra, acaban tocándose esos ‘’órganos vitales’’.

Si manejas bien las expectativas, la gente te entenderá mejor. Por ejemplo, cuando nos dicen: ‘’todavía no se va a crear empleo, el año que viene tampoco, pero al siguiente año todo mejorará…’’, para que cuando llegue el día en el que las cosas mejoren, sea o no sea ese año, puedan decirnos: ‘’lo dijimos, había que tomar medidas…’’, y así la gente piense: ‘’pues quizá tenían razón…’’.
Para entender todo esto del manejo de las expectativas, nos recomienda otro libro, llamado ‘’Mind over mind’’.

El manejo de las expectativas es fundamental para afrontar la comunicación política.

 
En la segunda idea, plantea la relación que tiene la población con la política. Respecto a esto, se pueden dar unos porcentajes:

-          Un 40% de la población les da igual la política.

-          Un 40% participa siempre en la misma dirección

-          Un 20% son persuadibles (actúan en función de cómo van las cosas, pueden ir en una dirección o en otra).

También nos cuenta que, cuanto más nos informamos y participamos en relación con la política, más difícil es que cambiemos de opinión, puesto que nos polarizamos.

Nos habla de lo que él llama ‘’racionalidad limitada’’: el cerebro no está preparado para afrontar la verdad de las cosas ni para defendernos de las ideas contrarias a las nuestras ya que no nos informamos de ellas.

Menciona también el llamado ‘’Framing’’ (enmarcado): en función de lo que me digan estoy de acuerdo o en desacuerdo.

Por ejemplo, si decimos: ‘’Es malo que el Estado intervenga en…’’, estará de acuerdo el 98% de los encuestados.
Pero si por el contrario decimos: ‘’Es bueno que el Estado intervenga en…’’, también estará de acuerdo el 98% de los encuestados.
Esto, significa que las palabras son definitivas para que la gente piense una cosa u otra.

También podemos poner otros ejemplos tales como:
‘’Estoy de acuerdo en pagar más impuestos si eso significa tener más funcionarios’’, están de acuerdo el 20% de los encuestados.
Pero si decimos: ‘’Estoy de acuerdo en pagar más impuestos si eso implica tener más policías, más profesores, más militares…’’, está de acuerdo el 80% de los encuestados.
¿Por qué? Son funcionarios, simplemente se ha dicho de una forma diferente.

 
La tercera idea es, que lo mejor que puedes ofrecer a los persuadibles es un buen relato.
Como por ejemplo Coca-Cola y Pepsi. No nos dicen que es una bebida marrón y efervescente, sino que la Coca-Cola es la alegría, o que tomar Pepsi es ‘’la alternativa’’, como si fueras especial por tomarla.

Otros ejemplos muy significativos pueden ser:
-          Hitler (La gran Alemania)

-          Rusbell (New Deal)

-          George Bush (guerra contra el terror)

Todos ellos se creen su propia narrativa política.


Luis Arroyo, también nos cuenta  en otra idea que el público no está atento, no se apasiona por saber la realidad de las cosas. Cada uno piensa en su realidad, lee SUS periódicos, escucha SUS cadenas de radio, etc. Lo que se entiende por  ‘’lo mío, no lo de los demás’’. Con lo cual, ya se está perdiendo la realidad de las cosas, al no interesarse por el mundo que le rodea.
Por eso, un relato tiene que referirse a emociones:
Por ejemplo, a un político se le presenta de tal manera y con tal apariencia que parezca una persona fuerte, que tiene las cosas claras. Aunque luego en realidad, como dice Arroyo: ‘’sea más tonto que Abundio’’. 

También nos cuenta cosas tales como que todo buen relato tiene un antagonista (enemigo), y que hay una secuencia lógica en casi cualquier forma de comunicación. En relación con esto último, podemos explicar, que, los políticos, para llamar la atención, primero señalan que ‘’hay un problema’’. Con esto, ya crean el proceso de escucha que querían, tienen al público atento, con lo cual, ya pueden dar paso a la solución que desde el principio querían proponer.

Para él, la frase: ‘’no dejes pasar la oportunidad de una buena crisis’’, le parece frívola, pero en realidad los políticos la utilizan mucho, puesto que es una gran oportunidad para acercarse al pueblo para que piensen que son comprendidos y que pueden ser ayudados. Pero realmente se trata simplemente de ganar votos. Esto, Arroyo lo llama ‘’formación entorno a la bandera’’.
Otro ejemplo de esto, es por ejemplo, cuando a Berlusconi le dieron una pedrada en la nariz. De repente, la gente se compadecía de él, y le daban más aprobación a partir de ese momento.
‘’Seguro que le daban más puntos de aprobación según el número de puntos de sutura’’, bromeaba Luis Arroyo sobre este tema.

 La cuarta idea es, las cosas que están pensadas para que salgan en televisión. Por ejemplo:

Obama, para la reforma de sanidad, busca a posta a un niño al cual se le ha muerto la madre debido a que antes las empresas no firmaban con sus trabajadores ningún seguro médico, con lo cual, no pudo sobrevivir a su enfermedad.

Viendo esto, se piensa que se están haciendo buenas acciones, pero realmente estaba todo pensado y acordado.

La quinta idea, se resume en: ‘’Si no tienes nada que decir, no concedas entrevistas’’.
Ruedas de prensa, entrevistas, debates… ¿Para qué? Si muchas veces no tienen nada que decir.
Para esta idea, Arroyo nos pone el ejemplo de el programa ‘’Tengo una pregunta para usted’’, donde es bien conocida la famosa pregunta que se le hizo a Zapatero, por aquél entonces presidente del Gobierno: ‘’¿Sabe cuánto cuesta un café en la calle?’’, a lo que él respondió:

‘’Sí, 80 céntimos’’.  Claramente falló.
Pero, en realidad, no te están preguntando solo eso, les interesa saber si eres un ciudadano común, alguien que está al pie de la calle, un ser humano que conoce la vida cotidiana de sus semejantes.

 Como anécdota, Arroyo nos cuenta que hubo un fallo, y Zapatero no recibió a tiempo la carpeta con las cosas que podía responder para salir del paso, por lo que ya no se la pudieron entregar.
‘’Lo más gracioso es que fui yo quien mandó esa carpeta’’, añade Luis.

 
También nos habla en la sexta idea, de lo que él llama ‘’Síndrome de Roberto Carlos’’.
Todos los políticos quieren tener un millón de amigos en Facebook, twittear y tener un millón de seguidores… Simplemente por el hecho de que así le llegará el mensaje que quieran transmitir a mucha más gente.
Aunque todo esto ahora está cambiando y ya no se da tanto.

La séptima idea se resume en: ¿buscar el punto débil del adversario? No, mejor atacar el punto fuerte. Suele ser más eficaz.

También, nos habla del papel de los actores políticos.
Dominan y guían la opinión de los demás (como el macho alfa en los animales).
De aquí surge la pregunta: ¿quién es la élite y quién sigue a la élite?
En la élite se encuentran los periodistas que sirven de engranaje para los grandes políticos. Conviven unos con otros.
Estos periodistas son los llamados ‘’Agenda Setting’’.
Los componentes de esta élite, marcan donde están los relatos, dentro, claro está, de los límites que marca la sociedad.
Sobre esto, pone como referencia  el periódico ‘’La Vanguardia’’, para él un claro ejemplo de la relación ‘’parasitaria’’ entre periodistas de élite y políticos de élite.
Este periódico cambia según el partido que gobierne.


 Nos habla de la aparición de un nuevo concepto de la palabra orgullo, el cual, antes era bastante negativo.
‘’Cuando hay crisis’’, explica, ‘’la gente se vuelve más conservadora, más devota, más fuerte y autoritaria, más patriota, y rechaza más al inmigrante’’. De ahí el nuevo concepto de orgullo.

También nos ha contado un poco la noticia de que Marcelino Iglesias ha tenido el gran fallo de comparar en nacionalismo catalán con  el nazismo, recordando las millones de muertes que causó Hitler.

 Y, por último, nos hace la recomendación de un libro, el cuál le parece muy interesante, llamado ‘’Pensar rápido, pensar despacio’’, escrito por Daniel Kahneman (especialista en framing).

Este libro, nos hace reflexionar sobre cómo pensamos, nos hace ver cuándo podemos confiar en nuestras intuiciones y cuándo no, qué decisiones tomar en nuestra vida profesional y personal, cómo podemos protegernos de nuestros fallos mentales que nos crean problemas, etc.

 

 


 

 
Lucía.
 

 

 

 

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